lunes, 14 de octubre de 2013

Reflexiones

Mateo 7.1-6
No juzguéis, para que no seas juzgados
Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que midáis, os será medido(Mr. 4.24)
¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de su hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
4¿O cómo dirás a tu hermano. Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?
¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
No deis los santo a los perros, ni echéis lustras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.

Familia, amigos, muchas veces creemos que tenemos todo arreglado, que hemos superado absolutamente, todos los obstáculos que se nos han presentado, pero, durante el trayecto recorrido, nos detuvimos a observar a nuestro alrededor?, acaso, nos dimos cuenta que en nuestra avanzada pudimos haber dejado de lado muchos momentos especiales y con ellos seres queridos que en su momento pudieron necesitarnos? Preguntas fáciles y a su vez difíciles de responder, pues para hacerlo tendríamos que tener claro cuál fue nuestro accionar y cuales sus consecuencias.
En ocasiones es tan difícil no intervenir cuando se cometen injusticias, como desviar la mirada ante tales atropellos y hacer silencio, es increíble la falta de humildad y compasión que puede albergar la gente.
Cuando vemos la dedicación y el amor que se manifiesta de una persona hacia otra, la cual en muchas ocasiones raya en la devoción, por lo general nunca llega a existir reciprocidad en este tipo de relación. En este contexto que debemos hacer al respecto, callar y ser cómplice silente de tal situación, buscando cualquier excusa para evadir nuestro compromiso con el prójimo, eso, mi gente querida, al menos para mí es realmente muy difícil.
Hasta qué punto puede llegar nuestro egoísmo, cuánto tiempo podríamos aguantar para estar dispuestos a hacer algo, a mostrar solidaridad, amor y caridad.
Que buscamos en realidad, como padres, hijos, hermanos que somos??? Que esperamos cosechar si no sembramos buena semilla en tierra buena???
No permitamos que la soberbia, la arrogancia, el egoísmo hagan nido en nuestros corazones, olvidemonos de la premisa, si yo estoy bien nada más importa seamos verdaderamente humildes, aprendamos a convivir y sobre todo, como padres, hermanos e hijos, apoyémonos unos a otros, seamos nobles de corazón, demos ayuda a quien nos necesite sin esperar compensación por ello, Dios nos la tendrá y entregara en su momento, dejemos a un lado la bipolaridad, seamos nosotros mismos siempre y en todo momento, hablemos con la verdad, no seamos portadores o conductos de comentarios que puedan de alguna manera mal poner a nuestros hermanos.
La vida es un libro en el que día a día se escriben paginas, que este sea bueno o malo solo depende de su autor, por lo que, sería muy triste que muchos capítulos de ese libro estén llenos de actos que de alguna manera hayan afectado a cualquier ser querido.
En mi caso, comenzó con muchos errores y equivocaciones durante casi la mitad de mi vida, pero Dios nunca olvida a sus ovejas descarriadas y nos da nuevas oportunidades, está en nosotros tomarlas y aprovecharlas o dejarlas pasar, yo las aproveche y tengo 24 años llenos de dicha y felicidad, con altos y bajos, pero definitivamente llenos de felicidad.
Cometemos errores, pues somos imperfectos, el asunto está en si tenemos la capacidad de entender, reflexionar,  recapacitar, rectificar y pedir con el corazón en la mano un perdón sincero y verdadero, de igual manera, si somos capaces de perdonar, cosa que sabemos, no es algo que sea muy sencillo, entendamos que, si dentro de nuestro corazón existe un amor noble y puro, esto nos dará la fuerza y la voluntad para hacerlo.
Estos errores puediesen ser pequeños o grandes, al punto de  que puedan erosionar nuestras relaciones, pero como dije anteriormente,  somos humanos y pecadores por naturaleza y únicamente nosotros somos quienes decidimos seguir viviendo en el pecado o rectificar y retomar el plan de vida, que Dios nos tiene preparado, estos errores de existir un arrepentimiento humilde y sincero, puede ser confesado y perdonado, pero esto no quiere decir que se pueda reincidir o recaer, no, este arrepentimiento debe venir acompañado de compromiso, amor y voluntad de superar, mejorar y aliviar el dolor que ocasionamos.
Esto, querida familia, tampoco es cuestión de un día, cualquier herida por muy superficial que sea tarda en sanar, ahora bien, si utilizamos los medicamentos apropiados (amor, compresión, confianza, transparencia, humildad y justicia), podríamos acelerar este proceso de sanación. Sin embargo, para que esto genere los resultados esperados se debe considerar que un solo grano no hace montaña, es un trabajo de equipo, donde funciona un emisor(quien perdona) y un receptor(quien es perdonado) el primero, quien es el afectado debe pasar la página y comenzar de nuevo a través del perdón,  no es fácil, pues a veces las heridas son profundas, pero si en realidad queremos recuperar y proseguir, hay que olvidar, esta simple acción nos daría la oportunidad de que las heridas cierren y el amor regrese a nuestro corazón.
La convivencia, es algo que muy pocas personas han aprendido, no es solo vivir, sino aprender a vivir en comunidad, ser tolerante y generador de paz, no somos ermitaños, tampoco estamos aislados del resto de nuestros hermanos y así como ellos son poseedores de virtudes y defectos, nosotros también, esto nos obliga a ser comprensivos y entender cada detalle que la relación de convivencia nos va dejando en el camino, malos o buenos, somos nosotros con nuestra reacción y acción, quienes elegimos conscientemente la variable y le damos el carácter resultante.
Esto, sin duda alguna, es una cuestión de actitud, si se esta dominado por la soberbia, la arrogancia y el personalismo entonces nunca podríamos convivir con nadie, estaríamos siempre solos, ahora bien, si al contrario nos regimos por el Amor, la humildad, la transparencia y la comprensión,  lograríamos alcanzar nuestra felicidad y la de nuestros hermanos.

Prediquemos lo que profesamos,  de nada sirve, dejar nuestra vida en la iglesia, tener santos y virgenes en casas y carros, no basta solo con escribir oraciones en las redes sociales o en el ping, obviamente, es vital, reconfortante y necesario orar para purificar el alma, sin embargo, serán  solo nuestras acciones y obras hacia el prójimo, las que nos darán el reconocimiento ante Dios y los hombres.

Mateo 7.7.12
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad y se os abrirá.
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?
11 Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.

"Dios los bendiga"